Cuando la profundidad del daño o la amplitud de la consecuencia atenúa o oscurece por completo la luz del túnel, las prácticas restaurativas están aquí para ayudar. los socios de Community Mediation Minnesota son sus guías compasivos para reparar daños, restaurar relaciones y renovar un sentido compartido de comunidad. Nuestras prácticas restaurativas crean espacios reflexivos, seguros y acogedores cuidadosamente administrados por facilitadores capacitados. La profunda aceptación, los cambios y la vulnerabilidad provocados a través de estas prácticas pertenecen a un ámbito propio. Su flexibilidad hacia el contexto y la necesidad nos ha permitido incorporar prácticas restaurativas dentro de las escuelas del área, integrarlas en los servicios formales de diversión juvenil y desplegarlas en respuesta a problemas comunitarios emergentes.
Comprender las prácticas restaurativas
Paso 1
El proceso de cada práctica restaurativa está diseñado exclusivamente para su contexto y necesidad. Lo más frecuente es que este diseño incluya un pequeño círculo de personas inmediatamente afectadas por un delito u otro conflicto. Esto incluirá a una víctima y un delincuente (alternativamente, dos o más personas en conflicto), sus respectivos representantes de apoyo y rendición de cuentas, y el facilitador capacitado.
Paso 2
Luego de breves presentaciones de los participantes y el proceso, se produce una serie de intercambios cada vez más personales que se enfocan en identificar el daño desencadenante, sus efectos y los pasos necesarios para su reparación. Este intercambio es guiado libremente por el facilitador a través de indicaciones y comprobaciones periódicas. De lo contrario, está dirigido al participante para alentar la propiedad del participante de la conversación, sus consecuencias y sus conclusiones.
¿Por qué explorar las prácticas restaurativas en Minnesota?
Las prácticas restaurativas ofrecen una variedad de beneficios, desde los procedimentales hasta los profundamente personales. La amplitud y profundidad finales de los beneficios que recibe cualquier participante en particular están fuertemente influenciadas por la voluntad del participante de involucrarse completamente en el proceso y la experiencia dinámica y en desarrollo que evoca. A continuación se describen algunos de los beneficios identificados con frecuencia por nuestros participantes.
Confidencial. La confidencialidad es una expectativa central del proceso del círculo y sus participantes. Este compromiso compartido ayuda a generar un espacio en el que los participantes pueden sentirse cómodos compartiendo verdades profundamente personales y experimentar transformaciones profundas. Solo en casos raros se comparten los resultados con los que están fuera del círculo.
Conectividad. Las reflexiones personales compartidas y recibidas a lo largo de una intervención restaurativa forjan una conexión palpable entre los participantes. Este vínculo les recuerda a los participantes la interconexión de sus acciones y sus efectos, y ayuda a establecer o renovar un sentido de comunidad con aquellos en quienes confiarán a medida que el progreso se mueve más allá del círculo.
Perfil. Se alienta a los participantes de las prácticas restaurativas a reflexionar con profundidad sustancial sobre su papel y responsabilidad por el daño revisado. Estas prácticas exploran experiencias con una profundidad que va mucho más allá de lo que es posible en procedimientos legales formales o incluso en otros procesos alternativos de resolución de disputas.
Empoderamiento. Las prácticas restaurativas empoderan intensamente a los participantes fomentando la propiedad de sus historias y abogando directamente por el método y la medida de la restauración del daño.
Propiedad. A través de la reflexión guiada sobre el rol de cada uno, las personas pueden tomar posesión de sus acciones y aceptar la responsabilidad de cómo esas acciones afectaron a los demás. Esto es particularmente importante en las prácticas restaurativas que involucran situaciones de víctima-infractor.
Invasión y Perspicacia. Una familia llegó a su casa y encontró a un grupo de adolescentes en proceso de allanamiento de morada. Prácticamente todas las áreas de su casa habían sido invadidas y se llevaron varios artículos. La familia se sintió extremadamente violada. Durante la intervención facilitada, las víctimas pudieron reunirse con algunos de los menores que les causaron daño y socavaron su sentido de seguridad. El proceso ofreció a las víctimas la oportunidad de recibir disculpas personales, ayudar a restaurar su sentido de seguridad y ofrecer perdón personalmente. También ayudó a los menores a comprender el impacto total de sus acciones. Todas las partes afectadas por el incidente pudieron idear un plan para cerrar el incidente y avanzar en direcciones positivas.